Con la victoria al sprint de Francesc Bennasar (High Level-GSport) finalizaba en Parla la cuarta y penúltima etapa de la Vuelta a Madrid sub23, la más tranquila de la presente edición tras las selectivas jornadas de Alcalá de Henares y Buitrago del Lozoya, y a la espera mañana de la 'traca final' de San Lorenzo de El Escorial.
Jaume Guardeño (Caja Rural-Alea) no tuvo problemas en ser el primer corredor de la presente edición en mantener el maillot rojo de líder más de un día, con esa situación de apenas nueve corredores en menos de un minuto. Y es que mañana en San Lorenzo de El Escorial, 139 kilómetros, con un duro final con los altos de Santa María de la Alameda (tercera, km. 117) y Robledondo (segunda, km. 128), y la funda del muro de Cañada Nueva, donde puede suceder de todo.
Tardó mucho en producirse una fuga de cierta entidad y fue Domingos Werik (Valverde-Ricardo Fuentes) el más activo, escapándose en solitario en el km. 55, aunque después de le unirían Gorka Ortega (Baqué Team) y Pablo Bonilla (Cortizo), cuyas diferencias apenas superarían el minuto, para ser neutralizados en la segunda ascensión al alto de Chinchón, un tercera cuya cima se encontraba en el km. 90.
Acto seguido se escapaban Sebastián Calderón (Cortizo) y Luncan Serban (High Level-GSport) que llegarían a alcanzar una máxima de 1:30, pero estaba clara que la suerte de la etapa se jugaría al sprint, siendo neutralizados a 10 de meta. Y a pesar de algunos movimientos finales del Eolo Kometa, la llegada pudo saldarse con ese triunfo de potencia del pistard balear, pese a los movimientos finales de Eolo-Kometa que intentó acabar con dicho desenlace.
